Latinas enamoradas de árabes - Entrevista

En los últimos años se ha incrementado el  proceso mediante el cual musulmanes de procedencia palestina, egipcia o siria seducen mediante las redes sociales a jovencitas y les prometen amor eterno y matrimonio, a veces enseñándoles el anillo de compromiso en un video. Ilusionadas, las mujeres acuden a las autoridades para conseguirles visas de entrada a México. Al llegar el hombre, se lleva a cabo el matrimonio… precedido por una conversión express de la mujer, esto último un requisito indispensable.

Al obtener el extranjero sus documentos de estancia en México, le avisa a la joven que sus padres no están de acuerdo con el matrimonio, y que lo obligan a casarse con alguien de su misma cultura. Abandonan a la mujer -quien ya ha adoptado otro credo y abandonado el suyo y los suyos….

En el islam, el hombre puede tener hasta 4 esposas (las que pueda mantener) y, para repudiar a una, sólo basta con decir cuatro veces la palabra “Talika”(Divorciada) ante testigos.

Nuestra entrevistada, Emma, nos relata los pormenores de estos engaños que han hecho centenas de víctimas en México.

Existen casos de mujeres que adquieren boletos de avión para jóvenes musulmanes quienes llegan a México como turistas y piden aquí el estatus de refugiados. Otros acuden a la UNHCR (El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) de la ONU con versiones pre-formateadas para obtener asilo político.

EJ:¿Cómo inicia el proceso del “amor de mi visa”?

Emma: Te contactan por internet, te bajan la luna y las estrellas.

EJ: ¿Cómo?

E: Muchas se convierten (porque son católicas). Todo empieza en Facebook. No sé si estos hombres anden buscando todo el día perfiles, no sé qué pasa, pero contatan a mujeres. Te contacta un egipcio o un palestino o un equis, entonces tú lo ves y dices ¡ah! Sí está como guapo, le acepto la solicitud… Empieza e cortejo: Ay estás preciosa y no sé qué.

El primer paso de muchas que yo sé es: ve a la mezquita y conviértete al islam porque va a ser tu pase al paraíso […] Las jóvenes van y se convierten. Les lavan el cerebro, les dicen: “me voy a casar contigo, te quiero mucho, pero mi familia no te acepta sino eres musulmana ¿no? Ésta es una de las tergiversaciones que decíamos. Dentro del islam, si tú ayudas o haces que un alma regrese a islam, tú te puedes ganar el paraíso.

EJ: Regrese porque ya éramos…

E: Porque se supone que todos nacemos musulmanes ¿no? Entonces como que dicen “pues ya la convertí” no sé si vayan haciendo un score de “ya llevo tantas” . El primer paso es convertirla, la convierten y después le dicen “sí, me voy a casar contigo”; a veces están hasta dos años o más en relaciones por Face, por Messenger y hasta en algunas ocasiones (suben fotos diciendo) “aquí está tu anillo de compromiso, ahora que llegue te lo voy a dar”.

EJ: ¿Y él? ¿Dónde está?

E: En Egipto o en Líbano, allá en el Medio Oriente.

EJ 2: ¿Y se comunican en español?

E: En inglés. La mayoría de las veces es en inglés. Te dicen que te van a casar, hasta en ocasiones te dicen “mira, acá está tu recámara” bla bla bla.

EJ: ¿En Líbano?

E: En donde sea, en Líbano, en Palestina, en Egipto.

EJ : ¿En Siria?.

E: En Siria, en (Arabia) Saudí, en Dubai, en donde sea, en Marruecos… Esta incidencia se da más en países con mucha pobreza. Pero como te tienen a ti, ya tuvieron a otra o tienen a otras 3 al mismo tiempo. Muchos están casados allá, tienen esposa e hijos y se hacen su Face de soltero, entonces te das cuenta que en los contactos tienen a muchas mujeres: mexicanas y latinas.

EJ: ¿Por qué les gustan las latinas?

E: No tengo idea. Empiezan así, luego te dicen “¿Por qué no voy a tu país y nos casamos ahí? Alguien me dijo que hay un trámite que es más fácil, si tú me mandas una invitación desde Relaciones Exteriores y tú me invitas y entonces yo voy de turista, nos casamos ahí y –se fregaron- yo ya me quedo ahí. Entonces así vamos a vivir nuestra historia de amor” porque todo te lo pintan con palabras bonitas, entonces ya están enganchadas, ya están en ese rollo y muchas sí lo logran hacer. Vienen al país, están con ellas, van y se casan en la mezquita, es una ceremonia, ahorita podríamos hacerlo usted y yo como musulmanes y nos casan así. Y como ya tenemos bendición de D-os pues a lo que le sigue. Están con ellas 2 o 3 meses, las usan- porque las usan… No hay otra palabra, consiguen la estadía, les ayudan sus contactos aquí –también extranjeros- para encontrar una visa de trabajo en algún negocio… Finalmente se traen una virgencita de su pueblo para casarse con ella.

EJ: ¿Y luego?

E: Y a la otra mujer la dejan (a la mexicana o latina)… Vienen están aquí están con ellas un tiempo y las dejan así y dicen “yo ya probé la libertad, quiero ser libre aquí y te dejo”.

EJ: ¿Ellos lo hacen para llegar a Estados Unidos?

E: Ellos lo hacen porque creen que teniendo el papel aquí, es más fácil pasar allá. Aparte, aquí en México la verdad es que es un paraíso vivir porque aquí en México no es tanto como Estados Unidos que si uno es musulmán, lo siguen y ese tipo de cosas. Entonces les dicen: “Aquí tú puedes ser libre, puedes salir, puedes tener un negocio de lo que sea, puedes hasta vender cosas en la calle y nadie te va a decir nada, las mujeres se van a pelear por ti, porque aparte muchas creen que casarse con un extranjero les da un estatus dentro de la comunidad.” Entonces dicen: “ Te vas a conseguir a una mujer, y más si ella tiene un trabajo para el gobierno, te va a convenir…”

Por qué los musulmanes no tienen perros

 ¿Por qué los musulmanes no tienen perros?

  En los albores de la civilización judeocristiana no eran bien aceptados, se los relacionaba con ritos paganos y representantes del Mal. De ahí que los fundamentalistas musulmanes juzgaran al perro como un animal impuro y asqueroso, principalmente el Islam de los iraníes; una paradoja porque en la Persia antigua –cuenta Jung- la población respetaba a los caninos, los cadáveres de la gente eran arrojados a éstos y existía la costumbre de acercar un perro al lecho del moribundo, quien debía alimentarlo a fin de obtener consideración para su cuerpo una vez fallecido.

¿Qué actitud tiene el Islam con los perros?

El Profeta, que era un hombre realista, se dio cuenta de la fidelidad y la inteligencia de un animal como el perro, pero al mismo tiempo observó algunas costumbres de los perros como oler excrementos de otros perros o lamerse su propio sexo. De esta experiencia nacen un sin número de hadices que han sido en ocasiones sacados de quicio. ¿Puede un musulmán tener un perro? Por supuesto ¿Debe quererlo? Igual que el musulmán lo ama todo, todo lo que le rodea. ¿Debe dejarse lamer la boca por el perro como hacen algunos? No debe. No es nada conveniente, pues la saliva del perro contagia enfermedades. ¿Puede usarlo para guardar la casa, el campo, las ovejas? Sin duda. ¿Debe dejarlo entrar en la casa? Aquí hay disensión, porque hay un hadiz que dice que "donde hay un perro no entran los mala’ika", y algunos decimos que está hablando del mismo modo que cuando decimos que fulanito es “un perro”. En un sentido figurado. Sería absurda otra cosa porque son necesarios los ángeles incluso para que sea posible la menor de las acciones de un perro. Nada sucede sin la presencia de un ángel. ¿Debe dejarse jugar al perro con niños? depende de lo limpio que esté el perro. En cualquier caso, el único problema no está sino en la falta de higiene. No es lo mismo un perro callejero de los tiempos del Profeta que uno de esos animales cuidadísimos que ni siquiera responden a la naturaleza original del "perro" porque son especies cruzadas y criadas en la domesticidad. Por otra parte, el perro es un ejemplo para todos nosotros –y también para nuestro hijos- de fidelidad, cariño, generosidad, valentía, aprendizajes fundamentales en la vía espiritual. He visto perros desvelándose por cuidar a un bebé y he visto perros morir de pena por la muerte de su amo. Los perros están en la fitra y, salvo casos de manipulación genética, no son agresivos.

Qué es el hiyab - Explicación del porque las mujeres musulmanas lo usan

¿Mujeres oprimidas? ¿Presas de sus padres o maridos? ¿Por qué se cubren?

En esta época donde la islamofobia está en auge, salir con el velo a la calle en un país donde los musulmanes son minoría genera miradas de lástima y desconfianza. Porque no hay mucha opción: o son terroristas o son oprimidas. O las dos cosas.

Más que víctimas de sus maridos, las mujeres musulmanas son presas de los prejuicios que alimenta la ignorancia generada por la desinformación. O mejor dicho, por el desinterés de buscar la información para entender al otro y darnos cuenta que en realidad no somos tan distintos como pensábamos.

¿Qué es el hiyab? 

Aunque quizás lo que más te suene sea el velo, en realidad no es sólo eso: es el código de vestimenta islámica. Además de cubrirse la cabeza, incluye vestir modestamente ocultando las famosas curvas femeninas. Lo que muestren dependerá de la interpretación del Corán que cada una tenga, ya que no hay un sólo tipo de Islam y es por eso que la vestimenta también varía de mujer a mujer.

Testimonios de mujeres musulmanas 

¿Por qué usas el hiyab?

“Porque pienso que es una protección. Usándolo me siento protegida de las miradas de los hombres que no sean miembros de mi familia. Usar el hiyab significa vestir adecuadamente cubriendo todo nuestro cuerpo, y para mi es realmente cómodo. Las mujeres musulmanas nos cubrimos de pies a cabeza, y protege nuestra dignidad porque ningún hombre que no sea nuestro familiar puede ver nuestro cuerpo.” – Prastika, Indonesia

“Uso el hiyab porque es una decisión que tomé para contarle al mundo sobre mi fe. En el Islam, a las mujeres se les pide que se cubran para preservar su modestia. Sin embargo, queda en la decisión de cada una. En Malasia esta ley no fuerza a ninguna mujer, y es por eso que ves que muchas no se cubren. Yo decido usarlo porque estoy orgullosa de mi religión, y quiero seguirla tal como es.” – Liana Aziz, Malasia

“El hiyab es muy importante para las mujeres musulmanas. Desde que cumplimos 12 años debemos usarlo, así que lo uso porque está escrito en el Corán. QS annur 31: El hiyab las protege de toda mala influencia.”- Farah, Indonesia